
La teoría de la correspondencia nos lleva a la presunción de un mundo mecanizado, estático; se aprieta el botón a y tenemos la correspondiente percepción de un circulo; se aprieta el botón b y se nos representa un cuadrado. La finalidad fundamental de la teoría de la Gestalt ha sido demostrar que una teoría tan rígida es equivocada, porque lo que percibimos no son elementos simples. Cuando vemos un árbol en el paisaje no percibimos solamente la luz reflejada por el árbol a nuestro ojo sino también la que reflejan los árboles circundantes. Estos últimos constituyen el fondo sobre el cual se destaca el árbol que enfocamos. Una percepción es resultado de la interacción de los estímulos: LA FIGURA Y FONDO. Un libro colocado sobre la mesa es la figura, la mesa es el fondo; un dibujo geométrico sobre la pizarra es la figura, la pizarra misma es el fondo; en un cuadro las personas son las figuras, el escenario es el fondo. La figura es diferenciada, siendo el fondo relativamente indiferenciado. El diseñador sabe que los colores que usa para el fondo modifican la impresión de los usados para la figura.
Según la hipótesis de la CONSTANCIA, cada elemento de la figura evocaría una sensación particular en el cerebro, siendo el cuadro total resultado de la suma de sensaciones elementales.
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